Un hombre enamorado de México
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Originario de Ozuluama, Veracruz, Ramón Valdiosera fue criado por sus tíos y su madre, Cristina Saldaña, entre selvas, tradiciones y misticismo veracruzano.
Su padre, Ramón Buenaventura Valdiosera Ruiz, quien había sido general de Emiliano Zapata, fue asesinado cuando Ramón tenía solo un año de nacido, por lo que su educación recayó completamente en su madre Cristina, la cual se casó nuevamente.
Valdiosera siempre expresó que su madre fue la encargada de moldear su visión de México y sus pueblos indígenas, y de forjar su carácter estoico ante la adversidad.
En 1936, Valdiosera, apasionado de hacer historietas desde la edad de 10 años, creó el sindicato Artistas Unidos, el primer sindicato mexicano para dibujantes e ilustradores. Artistas Unidos buscaba velar por los intereses de estas voces emergentes que se inspiraban en el estilo norteamericano para brindar un nuevo entretenimiento a México.
Cómics legendarios como Pepín, del propio Valdiosera, Memín Pinguín, Kalimán, Los Supersabios y la famosísima Familia Burrón, obtuvieron impulso y se colocaron entre los favoritos del público mexicano gracias al trabajo de Artistas Unidos.
Sin embargo, Valdiosera, también era un enamorado de la moda mexicana, de la cual logró tener una gran colección de trajes y vestidos típicos regionales durante sus excursiones por la república. Buscaba entender la indumentaria típica como el encuentro entre el arte mexicano, la antropología y la historia de México, y por ello trasladaba en sus creaciones esas características tan propias de huipiles y tejidos de colores a piezas propias de la pasarela.
Un color que dio la vuelta al mundo
Para 1946, Valdiosera ya se había cimentado en México como un referente en la moda contemporánea. Sus vestidos, confeccionados con procesos tradicionales de regiones de Veracruz, Oaxaca y Chiapas, eran de colores brillantes e impactantes. Huipiles, fondos, faldas y jorongos adornaban cortes modernos de la época posguerra.
Fue en esta época, durante una famosa pasarela en Cuernavaca, Morelos, donde Valdiosera conoció al entonces candidato presidencial, Miguel Alemán. Tras este primer encuentro, Alemán quedó fascinado con el idealismo y arte de Valdiosera por lo que, cuando ganó la presidencia, impulsó su trabajo en pasarelas internacionales de todo el mundo con el fin de promover la imagen de un país moderno pero orgulloso de sus raíces.
Para 1949, Valdiosera tenía preparada una colección rosa; color que había tomado como inspiración de las tradicionales bugambilias del sur del país.
El desfile, realizado el 6 de mayo de 1949, en el famoso Hotel Waldorf-Astoria en Nueva York, causó revuelo entre los asistentes por los vibrantes tonos rosados en los vestidos y prendas. Los periodistas y críticos de la época, buscando conocer la inspiración de Valdiosera, le preguntaron el origen del color. El artista, simplemente respondió que aquel rosa ya formaba parte de la cultura mexicana, a lo que la crítica de modas neoyorkina Perle Mesta calificó entonces como Mexican Pink (rosa mexicano).
Un color para la eternidad
Valdiosera continuó trabajando como muralista, ilustrador y diseñador de modas durante toda su vida hasta su muerte a los 98 años en el 2017.
Su vida, realizada en la Ciudad de México, lo vio desarrollarse en múltiples ámbitos de la escena artística, continuando su obra en el ámbito de las historietas, la moda, el cómic y la animación como director de la Academia Mexicana de Arte Secuencial.
Hoy en día, el rosa mexicano se encuentra no solo en el mundo de la moda sino también en el mundo del turismo, el arte, la cinematografía, la arquitectura, la cinematografía y las artes escénicas por mencionar algunos.
El legado de Valdiosera es intenso, contrastante e irrepetible, así como la identidad de México.
¿Y para ti, qué significa el rosa mexicano?
Fuente: https://www.anahuac.mx/generacion-anahuac/la-historia-detras-del-rosa-mexicano
Autor: Generación Anáhuac